A los 50 años, el periodista del New York Times David Carr decidió descubrir quién había sido a los 30, cuando se drogaba y vivía al límite. Una noche particularmente turbia llegó a empuñar una pistola. Toda aquella época era un pantano envuelto en niebla. Revisó archivos policiales, buscó sus expedientes médicos y llegó a entrevistar a 60 personas que se habían cruzado en su camino durante la etapa más oscura de su vida. Con todo ese material, escribió La noche de la pistola (Libros del KO), una crónica en que se trata a sí mismo como un sospechoso, como un desconocido, como alguien a quien debe reconstruir e iluminar.
Salvando las distancias, así me sentí hace poco más de diez años cuando viajé a Santiago de Chile por segunda vez en mi vida, para presentar Librerías. A finales de 2003 pasé allí tres o cuatro días, en los que visité la casa de Neruda y algunas librerías de día, y salí bastante de noche. Durante los dos años en que viajé por el mundo seguí estudiando, escribiendo, visitando museos como siempre. Pero en algunos momentos, por suerte, me salí del guion de buen Virgo y perdí el control de mi agenda. De modo que mi recuerdo de los días en que descubrí el pisco sour (no entraré en la polémica sobre el peruano y el chileno) era bastante borroso. Una década después, pues, intenté reconstruir mis pasos. Lo conseguí aproximadamente. Y fui al fin a las mejores librerías chilenas (alguna, como Metales Pesados, acababa de nacer mientras yo descubría la topografía nerudiana, sin que la resaca me permitiera saberlo), que había ignorado en mi primera visita.
Me acordé de esa experiencia persecutoria (cuando perseguí el fantasma de mis propios pasos) la semana pasada, cuando estuve por tercera vez en Chile para presentar Membrana y Todos los museos son novelas de ciencia ficción. Fue muy emocionante. En el contexto de la exposición Ficciones generativas, me encontré con el módulo “Todas las novelas son museos de ciencia ficción”, donde se exponían esas dos novelas junto con mis otros proyectos sobre inteligencia artificial (los pódcasts Solaris y Gemelos digitales, y el libro Los campos electromagnéticos). Como dije en mi breve discurso de la inauguración, en 2003, en el sur del país, justo después de mi neblinosa estancia en la capital, escribí el primer texto en que reconocí mi propia voz (“El grito. Días extraños en territorio Neruda”). Y veinte años después me encontraba con esa exposición, ese inesperado regalo, conversando con personas que conocí mucho antes de ser padre, contrastando recuerdos con ellas, sintiéndome yo mismo una tercera persona, como si el Jorge de cada viaje hubiera sido distinto.
Esos procesos de reconstrucción son constantes en nuestras vidas. Parecen particulares, pero son universales. Como no somos Funes, como no lo recordamos todo, sino que nuestra identidad y nuestra memoria son fragmentarias y están contaminadas por pequeñas dosis de ficción, nos pasamos la vida investigando en nuestros recuerdos. Las fotografías, los e-mails, los resultados de análisis de sangre o las radiografías o las cartas o las conversaciones con quienes nos conocieron en ciertos momentos de nuestras vidas nos ayudan a dilucidar si lo que recordamos fue así o no; y a descubrir lo que existe en la elipsis, lo que experimentamos pero hemos olvidado. El ser humano: esa máquina de olvido. El ser humano: ese detective de sí mismo.
UN LIBRO
Historia de las tierras y los lugares legendarios, de Umberto Eco
Lumen
Una maravillosa antología de topografías de ficción, como la Atlántida, el Dorado o las islas utópicas. Casi 500 páginas para viajar con la lectura y la imaginación.
UNA PELÍCULA
Memento, de Christopher Nolan
Una investigación en la memoria y la amnesia a través de una cámara de fotos y esas inscripciones que llamamos tatuajes. Una extraordinario ejercicio formal e intelectual. Un clásico del siglo XXI.
UN PÓDCAST
Perdidos en el Amazonas
Spotify
Fascinante relato colombiano de la historia de los niños perdidos en la selva del Amazonas tras el accidente aéreo en que murió su madre (pese a la ausencia de sus testimonios). Sólo me faltó el perro Wilson.
UNA SERIE
Counterpart
En Amazon Prime Video
Excelente ficción serial sobre la tensión entre dos universos paralelos, con una puerta de comunicación que se encuentra precisamente en Berlín, la ciudad del Muro, la ciudad espejo.
UNA WEB
Anna Giralt Gris y Jorge Caballero son directores de cine, documentalistas, profesores, productores y expertos en IA. En la página web de Artefacto Films se reflejan todas esas facetas. Y se anuncia OpenDocs, su proyecto pionero con Runway para producir documentales con la ayuda de motores de inteligencia artificial generativa.
LA FIRMA: La artista Marta P. Campos (aquí su web con todos sus proyectos), que acaba de publicar el interesantísimo y muy recomendable libro de artista Goodbye, World! sobre la vida privada de un algoritmo, selecciona esta lista de otros diez artistas que también trabajan sobre IA: Joy Buolamwini– Gender Shades (2016-2018) (Se anticipó a denunciar los sesgos inherentes a la IA antes del boom de 2022.); Memo Akten – Learning to See: We Are Made of Star Dust (2017) (Cómo plantea la idea de que ‘vemos lo que estamos predispuestos a ver’ utilizando IA como medio.); Lawrence Lek – Geomancer (2017 (Presenta las cavilaciones de una IA que desea ser artista sin utilizar IA.); Trevor Paglen – Behold these Glorious Times! (2017) (No muestra una IA en funcionamiento, sino lo que hay dentro de la ‘caja negra.’); Martín Nadal – Salvapatrias (2020) (La manera en que critica una problemática que sigue vigente.); Holly Herndon – Holly + (2021) (Generó a su gemela digital, capaz de clonar su voz antes del boom de la IA); Kristina Tica - Ø AIAMANAI: LOOPS (2022) (Cómo a través de la creación de su doble digital usando deepfake, reflexiona sobre nuestra relación con las nuevas tecnologías.); Winnie Soon – Unerasable Characters I (2022); (El modo en que utiliza la IA para quejarse sobre la censura.); Taller Estampa – La voz ignota (2023) (La manera en la que especulan sobre el significado de los cantos de las ballenas.); y Joan Fontcuberta – Dust Images (2023) (Cómo usa la IA para falsear la realidad de una manera sutil.)
Ya se han anotado 18 personas de todo el mundo a mi curso sobre teoría y práctica de la creatividad, en el que compartiré ejemplos, ideas, lecturas y experiencias personales para mejorar procesos creativos. Será el 19 de julio de 17 a 21 horas de España por Zoom. Información e inscripciones en talleresjorgecarrion@gmail.com (descuento de 10 euros para los suscriptores de esta newsletter).
El viaje a Chile fue estupendo. Aquí una entrevista en Mercurio; aquí otra en La Tercera. En este hilo de X (antes Twitter) se puede ver un video y varias fotos de “Todas las novelas son museos de ciencia ficción”. En el GAM de Santiago de Chile hasta el 13 de julio.
He publicado esta reseña en inglés de la exposición de Chillida y Horn en Menorca (en la prestigiosa revista de New York 4Columns). Y este reportaje sobre cultura lab y esta columna sobre turismo en La Vanguardia.
Si estás en Barcelona, el próximo 26 de junio a las 19 horas presento el nuevo libro de Óscar Curieses, un autor de culto, ilustrado por El Roto, en la librería Fahrenheit 451 (Carrer de la Ribera, 8): Tengo la impresión que el cielo se prepara para la lluvia. Todavía no lo he leído, pero su Hombre en azul me pareció un artefacto fascinante.
Y ya se encuentra en librerías la nueva edición de Warburg & Beach, con prólogo del maestro Alberto Manguel y con epílogo de Javier Olivares sobre su laboratorio creativo de nuestro cómic.
Muchísimas gracias por la lectura, la atención, el aprecio. Hasta dentro de quince días. Si te gusta “Solaris”, envíale este link [http://www.jorgecarrion21.substack.com] a quien te parezca que le podría interesar suscribirse (ya somos casi 3500 lectores). Y buena verbena, si celebras San Juan. (Y un consejo final entre paréntesis: anímate a investigarte.)