Esa mujer es Karla Spinoza, programadora informática, madre de los algoritmos catedral (o madrastra, según dicen las inteligencias artificiales que ella misma creó, en las páginas de Membrana). Su mechón de pelo blanco, a lo Susan Sontag, y su biografía imposible (se casó con un híbrido, acabó escondiéndose de las máquinas en el Salar de Uyuni, su cuerpo se exhibe en un sarcófago del Museo del Siglo XXI) nacieron de mi teclado durante los primeros días de 2019. No podía imaginar, entonces, que se iba a convertir en un personaje con rostros y cuerpos (según envejece en el relato) creados con sistemas de I.A.
Conocí a Anna Giralt Gris y Jorge Caballero hace casi dos años, en el festival +Rain de la Pompeu Fabra. Para entonces mi novela ya había provocado algunas lecturas en clave de arte contemporáneo; y yo había acabado mi ciclo de libros vinculados con algoritmos (Lo viral, Todos los museos son novelas de ciencia ficción, Los campos electromagnéticos). Tenía, sin embargo, la intuición de que Membrana podía seguir creciendo en otro campo. Que sería coherente con su espíritu adaptarla a serie de televisión hecha con I.A. Eso le propuse a la pareja que lidera Artefacto Films. Ellos también lo vieron claro. Y empezamos a trabajar.
En estos momentos tenemos, por un lado, un mapping o instalación del Museo del Siglo XXI (una maqueta con proyecciones audiovisuales); y, por el otro, el episodio piloto de la serie (en busca de financiación). Ha sido un proceso fascinante. Hasta diez personas hemos trabajado en la conceptualización, el guion, la generación de imágenes, el color, el sonido, la post-producción, porque los sistemas de I.A. son unas herramientas fabulosas, que te permiten crear de otras maneras, pero es imposible construir con ellas ningún discurso artístico o narrativo de alto nivel sin muchísimo trabajo, obviamente, humano.
Ese vasto conjunto de sistemas distintos que llamamos inteligencia artificial generativa experimenta una paradoja. Cada vez son más importantes e influyentes y cotidianos; pero despiertan recelo y dudas en la misma proporción, si no mayor. Anna, Jorge y yo somos conscientes de ello. Por eso hemos diseñado protocolos de trabajo no sólo con potencia creativa y estética, sino también éticos. Porque también sabemos que ese avance tecnológico y científico es imparable. Y que no podemos permitir que lo monopolicen los estudios industriales, los oportunistas o los especuladores. Es importante que nos lo apropiemos desde la ambición, el rigor y la periferia.
Dice César Aira en una de las disertaciones de Actos de presencia, acerca de la innovación: “Es preciso hacer intervenir al otro, a todos los otros posibles e imposibles, en una constelación multidimensional, para que podamos ir a parar realmente a otro lugar”. Esa es la idea. No es fácil. Pero insistiremos.
UN LIBRO
Ultramarinos
Hace poco The Atlantic publicó la lista de los mejores poemarios estadounidenses del siglo XXI. Sólo algunos están traducidos al español, entre ellos, en el quinto lugar, éste, en traducción de Juan Gallego Benot. Una exploración fuerte de estrategias que hacen de la carne, verso.
UN PODCAST
Crímenes. El musical (temporada 4)
El Extraordinario
Prosigue uno de los proyectos más innovadores del audio en español: un “true crime” protagonizado por asesinos y víctimas del siglo XIX y principios del XX, narrado a ritmo de musical. Mar Abad, Andreu Quesada y Marcus H. haciendo, y muy bien, lo que mejor saben hacer.
UNA PELÍCULA
Parthenope, de Paolo Sorrentino
Soy fan de su cine. La gran belleza está en mi canon personal del siglo XXI. Después de Fue la mano de Dios, en Parthenope sigue explorando la mitología napolitana. La escena del mafioso y la pareja que hace el amor ante un público atento me recordó La piel, de Curzio Malaparte. No es su mejor película, pero como toda su filmografía es absolutamente personal. Y eso es un mérito enorme.
UNA SERIE
The Studio (Apple TV)
Es la serie que más me está gustando en estos momentos. Una sátira de los estudios de cine de Hollywood con guiones muy sofisticados y una gran ambición formal.
UNA WEB
La iniciativa #plantauno del escritor y gestor cultural mexicano Mario Hinojos, en el marco de Trànsit Projectes, ha cumplido ya cinco años de actividad de primer nivel. Uno de sus proyectos estrella es La Universidad Desconocida, un homenaje a Bolaño, una serie de clases impartidas por escritoras, profesores, artistas. En el link se puede consultar el programa de Barcelona y de Madrid.
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Por Alberto Torres Blandina, cuyos últimos libros son el poemario Batman ha dejado de quererte (Hiperión) y el libro de no ficción Tierra (Candaya):
Primero fue aquella chica mongola que viajó a Berlín para estudiar alemán porque creía que era el idioma más hablado en el mundo y tres años después volvía a casa preguntándose cómo le iba a contar a sus padres que había estudiado el idioma equivocado. Después, aquel joven guía turístico de Malí que odiaba a los turistas. Más tarde, el norcoreano que maltrataba a su familia, salvo a su suegra, a la que cuidaba con el amor que habría dado a su madre si la guerra no los hubiese separado. Me lo contó su hija y después me relató cómo había sanado las heridas gracias a la meditación budista. Supe que toda vida tiene al menos una historia que merece ser contada. A veces más. Empecé a buscar estas historias y apareció Ahmed, el pícaro de Argelia que se paseaba en mayo del 68 con un deportivo por las calles de Marsella; Elie, superviviente del genocidio de Ruanda; Edgar, testigo de la creación de las primeras maras en Guatemala; Shuorong, cuyos padres le taparon su divorcio y el segundo matrimonio del padre para no distraerla en sus oposiciones... Cien personas de diferentes culturas cuyos testimonios fui recogiendo hasta que me di cuenta de que sus historias personales contaban la Historia del mundo. Y esa es la forma que di, tras cuatro años de trabajo, al libro Tierra. La de un libro de historia donde no se habla de políticos, generales o celebrities, sino de gente anónima que vivió los grandes acontecimientos o cambios de finales del siglo XX y principios del XXI. Gente como la mongola Billie. Esta foto suya, hecha en medio de una fiesta en el tren transiberiano, estaba perdida en una carpeta de un disco duro. Es la mejor metáfora de todos esos recuerdos aparentemente intrascendentes que he ido rescatando para crear un fresco de la vida.
Me encanta la newsletter de Javier Guallar Content Curators, un excelente ejercicio de metacuración digital, de modo que me hizo muy feliz que recomendara Librerías, que es pura prescripción en papel. Aquí el link para leer el artículo (y, si quieres, para suscribirte). También me han entrevistado en el Diario de Navarra (sobre Membrana y Los campos electromagnéticos).
Se puede leer en línea mi ensayo sobre la rosa y el libro como claves conceptuales para entender la historia de Barcelona en la web de La Vanguardia, con un gran despliegue visual. También por Sant Jordi recomendé en el diario 10 libros pequeños (pero enormes). Y, como no todo va a ser literatura, escribí sobre arte y ciencia el Día Internacional de la Física Cuántica.
Mi agenda de Sant Jordi: hoy, domingo 20 de abril, de 12 a 14 horas, estaré en la fiesta de Candaya en Poblesec con el Máster en Creación Literaria (pero la jarana durará todo el día); el martes 22, de 18.30 a 19.30, firmaré Las huellas y Librerías en Tòmiris; y el día de marras, con Javier Olivares estaré de 12 a 13 horas en Norma (se sumará Sagar), de 18 a 19 horas en La Calders / Antic Teatre; y de 19 a 20 horas en Universal.
El 2 de mayo presentaré mis libros en Cali (a las 19.30, en la nueva librería del Fondo de Cultura Económica), y después volaré a Bogotá para participar en la Feria del Libro (el domingo 4 de mayo a las 17.30 conversaré con Agustín Fernández Mallo sobre I.A. y literatura; y el lunes 5 por la tarde presentaré la nueva edición de Librerías en Casa Tomada con Ana María Aragón).
Y el sábado 10 de mayo participaré en los encuentros Camus de Menorca.
Por otro lado, el sábado 26 de abril por la mañana el artista Mario Santamaría hará un “Internet tour” por Barcelona. Se trata de caminar por la Zona Franca siguiendo la infraestructura, por lo general invisible, de nuestras conexiones. Aquí para apuntarse. Promete mucho.
Gracias por tu atención, ese tesoro. Y hasta el domingo 11 de mayo. Y Feliz Día del Libro y de la Rosa (o viceversa).
Un abrazo,