Tengo la sensación de que Sant Jordi convoca cada vez a más autores que no pertenecen al mundo y al arte de la literatura. No es raro, porque es el Día del Libro y de la Rosa, no el Día de la Literatura y la Jardinería. Pero sí que la tendencia no deja de crecer. La empezaron, tal vez, los presentadores de televisión, los cocineros y los entrenadores de fútbol. La engordaron los influencers antes de la pandemia. Y ahora no hay nadie con más de 10000 seguidores en redes sociales y experto en algún tema que no sienta la necesidad de publicar un libro y de firmar ejemplares en nuestra ciudad nerviosa.
Sus ganas son inversas a las mías. Por suerte, mis libros tienen una pequeña pero constante circulación por las librerías de varios países. Y para mí todos los días son los días de la lectura. De modo que hoy solamente firmaré ejemplares de El Museo, la novela gráfica de no ficción que intenta guiar al lector por una historia del arte lateral y explicarle cómo son los museos de nuestra época, de 12 a 13.30, junto a Sagar, en la parada de la editorial Norma en el Paseo San Juan. Y el resto del día lo dedicaré a pasear con mi familia y comprar libros, si es posible lejos del centro.
La literatura que me interesa es periférica. Incluso la que cuenta con más lectores, como la de David Grossman o Anne Carson, no puede compararse en cifras con los superventas. Valoro, sin embargo, la centralidad de Sant Jordi, su importancia para la industria del libro en papel, su visibilidad, la fuerza de su fiesta. He intentado pensarla en dos piezas muy distintas que he publicado este fin de semana. Un ensayo en Infobae, por un lado, en el que hablo del fin de Book Depository (la empresa de Amazon) y el auge de clubes y círculos de lectura (link aquí). Y un ensayo gráfico, por el otro, que ha imaginado conmigo Ana Galvañ y que ha sido el tema de portada de este fin de semana del suplemento Cultura/s de La Vanguardia, sobre la dimensión ritual de la celebración y cómo se relaciona con la cultura y con la vida. Su versión digital es una pequeña maravilla (aquí se puede ver).
UN LIBRO
Print R-evolution. 1450-1500
Ampersand
Se puede leer como volumen independiente o como catálogo de la interesantísima exposición que ha tenido lugar en el MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo Sede Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires. Cuenta la historia de los incunables en las primeras décadas de existencia de la imprenta. Cómo viajaron a América. Dónde se encuentran. Es el resultado de un proyecto bastante alucinante de humanidades digitales: 15c Booktrade.
UNA PELÍCULA
Libreros de Nueva York.
En Filmin
No hay demasiados documentales sobre bibliotecas y librerías. A punto de volar a Nueva York, he vuelto a ver este de D.W. Young, que ofrece una visión pintoresca y un tanto nostálgica de los libreros de viejo y las ferias de bibliofilia de la mítica ciudad norteamericana.
UN PÓDCAST
La historia es ayer
El Extraordinario
En el último capítulo de este interesantísimo programa de arqueología cultural, en que el ensayo y la entrevista se ponen al servicio de la interpretación de nuestros rituales y basuras, aparece un librero especialista en liquidar bibliotecas de difuntos. Toda la serie de igualmente recomendable.
UN CÓMIC
Fun home (una familia tragicómica), de Alison Bechdel.
Literatura Random House
Una de mis cinco novelas gráficas favoritas. No sólo es magistral la narración de los entresijos afectivos y queer de una familia, también lo es su estructura, muy literaria, en la que tienen importancia muchos libros, de autores como Albert Camus o James Joyce.
UNA WEB
Uno de los grandes diseñadores editoriales contemporáneos. Aunque su obra maestra tal vez sea el conjunto de todas las portadas de los libros de la editorial Almadía, también cuenta con otros proyectos deslumbrantes, a menudo en el ámbito del arte contemporáneo.
Además de los dos proyectos de este fin de semana de vino, libros y rosas, durante estos quince días también he publicado este ensayo sobre la representación de la riqueza a partir de dos obras que recomiendo muchísimo, la novela Fortuna (Anagrama), de Hernán Díaz, y la serie Succession (HBO); y esta columna sobre la vigencia rabiosa de Italo Calvino, en el centenario de su nacimiento, que salió el pasado miércoles en La Vanguardia. Por si a alguien le interesa, al respecto: publico cada dos miércoles en el diario barcelonés, cuyo muro es de pago, y cada viernes en mi sección Hiperconexiones, de Infobae, de lectura gratuita.
Como anuncié en primicia en la anterior entrega de “Solaris”, el próximo 6 de mayo impartiré un taller por Zoom, de 18 a 21 horas de España, que no será grabado y muy probablemente no repita, sobre escritura y edición con GPT-3 y GPT-4. Información e inscripciones en talleresjorgecarrion@gmail.com
Esta semana he tenido la suerte de presentar El Museo en la nueva librería Nocturama del Raval de Barcelona, que recomiendo, y la edición portuguesa de Contra Amazon en la Bertrand de Lisboa. El próximo martes y jueves será la edición en inglés del mismo libro la que me llevará, respectivamente, a la Book Culture de Nueva York y a la Lost City Books de Washington, hacia las siete de la tarde, por si vivís allí, estáis de paso o conocéis a alguien que le pueda interesar. El otro día me encontré con una alumna del Máster en la Bertrand y vino a saludarme un joven profesor de Madrid. Nunca se sabe.
Muy feliz Día del Libro, en fin, aunque sospecho que, como para mí, para ti todos los días son de la lectura.
Gracias por tu tiempo y tu atención, tan preciosos. Y seguimos.