Parece mentira: un día te planteas recuperar un viejo hábito, el de enviar e-mails contando lo que haces, lo que piensas, y de pronto ya has enviado 49 boletines de tu newsletter en Substack. En el próximo habrá algunos cambios, que espero mantener hasta el número 100. La suerte de este tipo de proyectos es que superan con facilidad la crisis de los cincuenta y ven con optimismo la celebración de su centenario.
Pero la vida tiene otra lógica, otros ritmos. Desde que cumplí los 48 el pasado mes de octubre, que coincidió con la publicación de Las huellas, es decir, de mi primer libro de más de 500 páginas, del libro de un señor mayor en el mundo de la literatura, no dejo de sentir que el tiempo se acelera. Se suceden los cumpleaños de mis hijos, las vacaciones, las promociones del máster, las columnas, los trabajos, los días con sus noches. Sin darme cuenta, la nevera vuelve a estar vacía, es lunes de nuevo, tengo que regresar al Mercadona. Un desastre.
No entiendo cómo hay gente que escucha podcasts, audiolibros o mensajes de audio a 1,5, si de lo que se trata es justamente de lo contrario: de bajar una marcha, no de apretar hacia el accidente. La literatura actúa como freno. Lees para que el tiempo pase más lento. Escribes para que las horas tengan más sentido. También el amor amortigua el impacto de la edad: la pareja, los hijos, los amigos, los gatos. Las temporalidades de los otros que te acompañan y te quieren te ayudan a oxidar los engranajes del lento envejecimiento. A desoxidarte. El abrazo interrumpe la cronología. También los juegos de mesa o del parque. Invocamos el ritual del sofá, el conjuro del vino para que anestesien la urgencia que no para de incrementarse en nuestras células y en nuestros pensamientos. Abandonamos algunas redes sociales. Y nos rodeamos de orquídeas. Y apagamos las alarmas del móvil. Para que todo suceda un poco más lento, con la esperanza de que eso sea posible, además de deseable.
UN LIBRO
El universo observable. Una investigación, de Heather McCalden
Editorial Sigilo
Un ensayo muy creativo que entrelaza distintas líneas de investigación: sobre el SIDA, sobre el arte contemporáneo, sobre la ciudad de Los Ángeles y sobre los padres de la autora, que murieron cuando ella era muy joven. Tal vez no sea un libro redondo, pero tiene muchas páginas memorables, como las que consagra a la esencia y los mecanismos de la metáfora.
UNA PELÍCULA
Saturno, de Daniel Tornero (Filmin)
Empieza como un retrato de una familia devastada por la condena por pederastia al patriarca, abuelo del autor, que accede a ser entrevistado. Termina siendo una radiografía de su padre y de las masculinidades que sí se autocuestionan (digamos: las que no se parecen a la del juez Carretero).
UNA SERIE
The Listeners (Filmin)
Una ficción en cuatro episodios sobre las patologías contemporáneas y la cultura de la terapia, enfocada con énfasis hacia el oído y los sonidos que nos pueden llegar a enloquecer. La realización es exquisita, preciosa. Sólo falla, quizá, el final: el gran problema de las narrativas contemporáneas.
UN PÓDCAST
Hoy en El País
Estas semanas han sido tan históricas, tan políticas, tan intensas que sobre todo he escuchado programas de actualidad. Me han gustado, particularmente, los episodios del podcast diario de El País dedicados al caso Errejón, al nuevo gobierno de Trump y al 50 aniversario de la muerte de Franco. Excelente trabajo de Silvia Cruz Lapeña.
UNA WEB
Proyecto de política ficción o de ciencia ficción ideológica que especula sobre el segundo mandato de Trump, con un buen uso de imágenes creadas con IA. Obra de Jason Tester. Muy inquietante.
LA FIRMA: La comisaria y arquitecta Olga Subirós, que en febrero inaugura la nueva y ambiciosa exposición permanente del Disseny Hub Barcelona, Matter Matters. Diseñar con el mundo, en la que los objetos de la colección (y de otras procedencias) están ordenados por materiales y no por criterios clásicos, ha curado esta estimulante lista de diez lecturas sobre materialidades: 1) Cuestión de materia, de Karen Barad (Holobionte); 2) Materia vibrante, de Jane Benett (Caja Negra); 3) Mentes paralelas, de Laura Tripaldi (Caja Negra); 4) Hyperobjects. Philosophy and Ecology after the End of the World, de Timothy Morton (University of Minnesota Press); 5) La Condición Post-Natural, del Institute for Postnatural Studies (Cthulhu Books); 6) El espíritu del suelo, de María Puig de la Bellacasa (Tercero incluido); 7) Extraction to Extinction: Rethinking our Relationship with Earth's Natural Resources, de David Howe (Saraband Books); 8) Arquitectura sin Naturaleza, de Timothy Morton (Bartlebooth); 9) Las Arquitecturas del Fin del Mundo, de Uriel Fogué (Puente Editores); y 10) Why materials matter?, de Seetal Solanki (Prestel).
Me hace ilusión haber hecho este capítulo del pódcast Pèl & Ploma, del MNAC y Biblioteques de Barcelona, sobre el románico del Pirineo con mi viejo amigo Lluís Alabern. Se puede escuchar en Ivoox. También en catalán, me ha encantado esta reseña de La Llar del Llibre de los tres libros que he hecho con Javier Olivares, que está disponible en castellano (aquí).
Ayer publiqué este artículo en Cultura/s de La Vanguardia sobre Eyal Weizman (a quien entrevisté) y su gran proyecto Forenscic Architecture. Y el miércoles apareció en La Vanguardia mi columna sobre la necesidad de narrar y pensar las culturas no humanas en este momento de auge global del fascismo (aquí).
Sheila Pastor, profesora de la Universidad de Salamanca, que estudió mi obra de viaje en su tesis doctoral, ha publicado este extenso artículo académico sobre Membrana, Solaris, Lo viral y otros proyectos, que ella engloba en el “ciclo del siglo XXI”. Y el diario El Colombiano se ha hecho eco de mi premio Zenda, que recibí junto a mi amiga Leila Guerriero la semana pasada en Madrid.
Este miércoles 29, la primera lectora de todos mis libros, Marilena de Chiara, presentará Bookshops y Against Amazon en la librería Backstory de Barcelona (a las 19 horas). A mí me da vergüenza hablar en público en inglés, pero ella lo domina y, por supuesto, me hace sentir como en casa. Si conoces a algún expatriado que pueda estar interesado, ya sabes.
Gracias por la atención, la lectura. Si te gusta “Solaris”, recomiéndalo compartiendo este link. Y mucha suerte, la estamos necesitando.